Y otra de esas cosas que no terminaban de convencerme hasta que las probé como Dios manda: las lentes fotocrómicas, fotocromáticas o fotocósmicas o como se llamen.
Perfectas para los días de tiempo bipolar cual estado emocional adolescente-enamorado (claro-oscuro quiero decir), que no sabes que gafas ponerte, e igualmente perfectas para montar en bici por esas zonas de bosque en las que con las gafas normales de lente oscura de repente vas a ciegas entre las sombras y de repente el bosque se abre y te casca el solano en el jepeto dejándote ciego.
Eso sí, la tecnología, el I+D, la ciencia y demás se pasan muchas horas al servicio de los avances para el futuro consumidor para que al final uno se pregunte...¿que pasaría si...? y acabe haciendo estas cosas raras:
Parece un dinero bien invertido.
viernes, 27 de agosto de 2010
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