Pues eso, al final entre pitos y flautas voy a hacer algo que jamás pensé que haría: voy a rechazar una beca. ¡Oh, cielos!
Pero bueno, creo que salgo ganando quedandome otros pocos meses mas en Granada, que me resisto a dejarla... Si es que es muy entrañable aunque con los años se halla echado algo a perder.
domingo, 14 de febrero de 2010
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