Firme aquí abajo y aquí también.

Un contrato… ¡un contrato! Espera… ¿que? Es que no es demasiada nómina… no se si llegaré bien a fin de mes… ¡calla maldito cerebro racional o me voy derecho a beber garrafón para que te no te metas donde no te llaman! Han dicho ”CONTRATO”, hoy día es más difícil ver uno de esos que ver un programa cultural en Tele 5. ¿Y ahora que?, ¿me vengo a vivir a este pueblo o me quedo en el de al lado?. Dicen que el de al lado es más barato... pero hay que coger el cercanías todos los días... con lo bien que está llegar a casa en un par de minutos, sobre todo ahora con el fresco que hace en las calles.
¿Este piso o aquél?, ¿o vemos más aún (7 ya parece un buen número, y ya me he cansado de llamar por teléfono y gastar saldo)?.
Mira, este es más barato, pero el otro tenía los muebles más nuevos. Este tiene cocina americana, pero claro cuando me ponga a cocinar sepia o a cocer huevos ya verás que olorcillo en toda la casa. Mejor el más caro, aunque sean 50€ de diferencia cada mes. Además tiene sofá-cama para las visitas, por no hablar de que entra el sol (cuando sale). Y me ahorro pagar una mensualidad a la inmobiliaria (el mejor amigo del hombre, por cierto). ¡Toma! Y de regalo viene con internet gratis, cortesía de algún generoso y despistado vecino (que espero jamás lea este blog). Va lento, muy lento, pero son 20 ó 30 € menos cada mes, y total, para meterme en el facebook, escribir estas tonterías y poco más… Buena jugada, sí señor.



Uy ahora nieva, cinco dedos de nieve. De aquí al trabajo las zapatillas chorreando por su culpa, con lo bonita que es ¿quién iba a pensar que me iba a coger un constipado por su culpa?, y con suerte no me pego un ostión que me desencajo la curcusilla (me acabo de enterar que no se dice “corcusilla”). Menos mal que hoy no ha venido el jefe y me puedo poner su calefactor echando aire caliente directamente a mis pies. Bueno, ahora que está aquí mi primera nómina mejor si me compro unas buenas zapatillas de trekking con Gore-Tex, además de molar me hacen bastante falta. Total, como ahora no gasto tanto en otros “vicios” míos creo que me lo puedo permitir. Si veo que no tengo para comida siempre puedo ir a ver a mi vecino del internet, viendo su generosidad seguro que no le importa poner un plato más en la mesa.



A todo esto, “Feliz año”. No se hasta cuando deja de ser correcto decirlo, pero como esta es la primera vez que aparezco por aquí en 2011 no esta mal, ¿no?
Todo este rollazo no es más que para decir que tengo trabajo, se podría decir que casi vida nueva, un techo semi-calentico y unas obligaciones reguladas por un jefe, cosa que no está mal aunque suene a lo contrario. Ah, y también para decir que tengo zapatillas nuevas!